Hoy atestigüe
los muros convertidos en escombros
Vi el desquebrajar de los muros… las alhajas engañosas
Vi sumergirse entre las profundidades, reinos
enteros
Encañonando todo hacia el precipicio del olvido.
Hoy
arrancare de mí, el quejido del ser herido
Y, sí, la esperanza abriga un retorno en falso
Entonces
dejare al recuerdo que conspire con el destino
Tú,
oscuro
verdugo, devastador de sueños
Cesa
de empuñar contra mí el recuerdo prohibido
Cual
ceniza volátil me perderé
en el camino
Galopando
en algún espacio fatídico del olvido.
No
se puede seguir soñando; sin acariciar la frialdad
La
ponzoña silenciosa de la víbora, ahoga rápidamente
Más
en los colmillos devastadores, se advierte el peligro
El
sueño, cual letargo amargo, carga el aguacero perdido
Y
en el vaivén
de los recuerdos
descoloridos
Voy
recuperando las alas allanadas por el destino.
Marat…
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