martes, 23 de febrero de 2010

HUELGA APAGADA

La particularidad del señor presidente y  cualidad nata de su persona; es saber manejar en varios tiempos, como buen portero, los temas coyunturales incluidos problemas y necesidades sociales que aquejan a millones de peruanos. Ante los fuertes rumores de una posible huelga policial (el 5 de abril) exigiendo mejoras salariales. A mucho de los jerarcas del ambiente político recordaron por instantes viejos fantasmas de aquella última huelga policial que desestabilizo al gobierno de Velasco. Una huelga de esas proporciones no convendría a nuestra sólida democracia, forjada en estos últimos gobiernos aclaran rasgándose las investiduras los viejos zorros de nuestra putrefacta política. Además estas están subordinas al poder constitucional implicando total obediencia a doctor García, siguen argumentando los amigotes del gobierno. Los fantasmas de ese 5 de febrero de 1975 ahuyentaron e hicieron sentar cabezas a muchos apristas y compañía, apuntalaron a contrarrestar semejante medida anticonstitucional, mientras paralelamente algunos apristas se sacaban los ojos por la secretaria general del partido, un Giampietri consternado y conciente de lo paupérrimo de los salarios policiales y militares, generaba discrepancias dentro del ejecutivo lógicamente con roces e intercambio de palabras, hasta con amenazas de renuncias. La propina escalonada prometida por García solo generaba malestar y repudio dentro los policías y militares, una burla más del pésimo portero endiosado por una afición retardada y estupida.
Un valiente policía, nos referimos al EX -suboficial Edgard Casas, fue el único que se atrevió a dar cara por toda la institución mangoneada y venida menos, aquella hidalga posición; solo lo conduciría a ser llevado peor que delincuente de callejón a los tribunales correspondientes por la presunta insubordinación al promover la marcha. Obviamente este humilde ex - suboficial tuvo que padecer por una serie de inconvenientes desde recibir amenazas de muerte hasta pedir asilo político y garantías para el y su familia ante la matonesca ira del búfalo herido.
Este hecho lógicamente fue motivo de indignación para gran parte de los altos rangos militares y policiales que condenaron categóricamente tales actitudes, ni que decir del ministro del interior repudiando semejante actitud tomada por el suboficial. ¿Y quien cuestiona los sueldazos que perciben los ministros? Necesidad de huelga o de algún tipo de revuelta no la tienen, el chorreo solo cae para los más pendejos, el muy altanero y patán de Octavio Salazar desconoce la situación crítica por la cual atraviesa el sector en el cual trabajo y se formo por muchos años. El tantas veces tránsfuga Rafael Rey ministro (defensa) un total ignorante en el tema de defensa nacional (por ejemplo: caso del espía, un silencio complice, burla de los chilenos). El tipo (Ingeniero Industrial) elude la realidad de miles de soldados voluntarios diseminados en cuarteles y fronteras de nuestro país, las remuneraciones para los bajos rangos militares y soldados no se asimilan en nada con las remuneraciones percibidas con la sociedad civil, nuestros soldados son la base de esta importante pirámide, en ellos al fin al cabo recae la responsabilidad de salir al frente ante cualquier posible amenaza o agresión en contra de nuestra soberanía nacional. La propina hoy en día percibida por nuestros valerosos soldados voluntarios solo tiende a desmoralizar y ahuyentar despavoridamente a aquellos hombres y mujeres de ese Perú profundo; guiados por el más puro sentimiento de amor y respeto a nuestra patria.
Después del ajetreo político y el show mediático que destapo el debate en todos los ámbitos, el gobierno aprista opto por un bono extraordinario único de mil nuevos soles para todos los efectivos militares y policiales en actividad, deudos y discapacitados, obviando y dejando de lado a los que pasaron a retiro. La medida es considerada un formula paliativa que contenga temporalmente los descontentos de las fuerzas del orden. ¿Y después que? ¿Más medidas paliativas para apagar el incendio?. El actual gobierno se jacta y mofa basándose en cifras, respaldándose por los números en azul del INEI, confirmadas por los organismos internacionales que pronostican un prospero crecimiento económico y una de las mas bajas inflaciones de Sudamérica. Probablemente no sean falaces tales cifras ni puntos de vista, aquí el problema se trata de una mala distribución de las riquezas generadas en las diferentes actividades productivas e impuestos. La asignación equitativa de los recursos solo será un sueño utópico mientras en este país polarizado y segmentado no existan sustanciales y vitales reformas gubernamentales.