viernes, 8 de junio de 2012

MISMOS, PERROS RABIOSOS



La renuncia irrevocable de los cuatro congresistas de la bancada de Gana Perú días atrás, ha encrespado los ánimos de la derecha bruta y achorada; hace una semana toda su artillería iba dirigida a desprestigiar todas las protestas sociales catalogándolas desde extremistas hasta sediciosas, ahora dirigen y descargan sus baterías contra la actitud de los cuatro congresistas renunciantes, con puntos de vista peculiares y al gusto del lector. Las principales editoriales les han dado con garrote en mano, “se fueron los radicales” “y ahora ¿quiénes son los tránsfugas?” “más cohesionados que nunca en Gana Perú”“caviares, malditos rojos” en fin expresiones nada nuevas en las principales líneas de editorial de nuestro país;  hoy son los fieles escuderos a muerte de este gobierno, años atrás metían el rabo entre la piernas y se les escarapelaba el cuerpo  el solo pensar, un posible gobierno de Ollanta.
Este tipo de prensa ejercida en nuestro país, definitivamente hace mucho daño a la gobernabilidad y a la mal llamada democracia que ellos defienden. ¿Imparcialidad? ¿Objetividad? ¿Trasparencia? ¿Cómo así, se puede orientar adecuadamente a la Opinión pública? Hay un adagio popular,  el cual haremos referencia y se adecua a la situación de la prensa en nuestro país; No se muerde la mano que  te da de comer, muchos de estos presentadores de noticias y periodistas intachables, cumplen con su trabajo orientado a no chocar con los intereses de sus “patrones”, gente que no tiene nada que ver con el periodismo, tan solo son prósperos hombres de negocios.Y para ellos, business son business, no importando la moral y la ética en el fastuoso mundo del periodismo del siglo XXI.
“Vamos con Ollanta! La gran transformación” el slogan de campaña… Hoy él está enfrascado en otro tipo de transformación; vamos sin él. Parecen decir los congresistas desertores, y bueno no dejan de tener razón, cuando se ha traicionado los principios e ideales que originaron la alianza Gana Perú, como también los compromisos asumidos en campaña. Y lo más doloroso quizás para un congresista de una bancada, es sentir, el abandono incondicional del grupo parlamentario, el cual también integras, un espaldarazo único, propio de un apestado político.
 La indecencia representada en la alianza aprofujimontesinista en complicidad con el partido de gobierno se rasgan las vestiduras sobre la actitud asumida por los congresistas, nos hablan con un desparpajo único sobre el tema del transfuguismo y de lealtad, no solo ellos; sino también aquella clase servil que apuesta por nuestro país, como un país primario exportador.  Definamos el significado de tránsfuga, según la RAE; persona que pasa de una ideología o colectividad a otra.  Entonces ¿Quiénes son los tránsfugas?  No fue acaso el señor Humala, quien cedió ante la presión de los grupos de poder y encumbro en los puestos de confianza a gente de dudosa reputación, de la cual antes se indignaba y tildaba hasta de Zamarros... ¿Y qué hay de la Lealtad? Acaso, nos olvidamos de clases oprimidas y marginadas por años y que creyeron en el proyecto nacionalista desde el 2005. ¿Esa lealtad acaso no debería ser reciproca?
 Los “apristones” junto a los “precursores” del transfuguismo en la década pasada con Fujimori, hoy vociferan como si tuvieran la catadura moral para condenarla. El oficialismo y la oposición son un solo puño, ambos cogobiernan pensando en la inclusión social, Keiko Fujimori, tira flores al “gorila” Valdés en un afán de afianzar la continuidad del modelo económico, implementado por su padre.
Las decisiones de los congresistas de renunciar a su  bancada; trajo consigo la separación definitiva, como integrantes de sus respectivas comisiones; hoy son sustituidos por el estiércol del hemiciclo; “la roba cable”, “el come oro” y “el lobbista”. Indignante y asqueroso a la vez, desde cualquier punto de vista, ¿así se premia en nuestro país?
Este partido lo ganan ellos, hasta cuando decidamos dejar de ser espectadores…

Marat…

martes, 5 de junio de 2012

LOBOS DEL SISTEMA


Hoy se ríen del pueblo y de su ingenuidad política, estrechan sus manos en señal de fidelidad, estremecen sus copas saludando la victoria y vitorean el nombre del partido e hinchan sus corazones del más puro fervor patriótico. Se rebelan contra sus principios y convicciones iniciales, reniegan de su pasado; y en un afán de reingeniería se acomodan al viejo juego del pasado. Seducidos por el desarrollo, incurren en los mismos tropezones de los que antes descalificaban contundentemente;  hoy  volvemos a mirarnos las caras entre nosotros, desconcertados con una interrogación en nuestros rostros, volvemos a preguntarnos ¿Qué paso?
Sencillo, utilizados nuevamente por la parasitaria clase política de nuestro país, que sí no son ellos directamente, se enquistan de la manera más descarada en las nuevas camadas que enarbolan  las banderas del cambio, utilizando los viejos métodos que hoy utiliza el capitalismo en el mundo, generando escenarios de inestabilidad e incertidumbre en países carentes de identidad y una desquebrajada cultura de valores.
La ideología en estas líneas sale sobrando, pasar de las viejas expectativas del ayer a empezar asumir un nuevo rumbo pero sin horizonte definido; solo grafica que grande puede ser el oportunismo en tiempos de una necesaria reflexión;  y hoy ha quedado demostrado, que la demagogia sigue siendo una de las practicas viles y nefastas en un país donde la seudodemocracia es pan de cada día, la demagogia se  convierte en el arma de alcance en las masas desprotegidas y donde el estado definitivamente no llega.
Los dígitos en ceros seducen casi siempre a nuestros caudillos, posteriormente la ideología proclamada se entibia y se unifica con la posición contraria conformando una sola masa, provocadora de estragos a posteriori en los cimientos, expuestos en años de abandono y  olvido.
Decencia política, el eterno ausente en nuestra iniciación como república,  los actores del ayer y hoy se inclinan por actitudes tiranas y déspotas de poco diálogo, arrastrando a nuestro país en una de  las peores crisis encaminadas por siglos, algunos libran batalla contra el rostro más encarnizado e inhumano como este sistema asfixiante y poco tolerante; pero son reprimidos con las artimañas más bajas y poco coherentes en un país catalogado como democrático y de ancha base.
Hoy todos se aglutinan hacia las redes del poder económico, cegados por los términos de la tecnocracia, pretenden desafiar a la naturaleza  y desestabilizar el medio ambiente.  El poder desmedido engendra más poder excluyente; mientras se diluye la esperanza de una patria nueva para todos.

Marat…