miércoles, 20 de abril de 2011

SEMANA DE REFLEXION...

La lucha por el poder definitivamente enferma a algunos, mas aun, cuando se carga las andas pesadas del ídolo del barro, llamado Alberto Fujimori; conocidos cargadores y sahumaduras hacen incontables esfuerzos para limpiar y reivindicar la vida pública de su Mesías; sus fieles y disciplinados feligreses, afectados evocan a todo pulmón al más grande de todo los tiempos… “chino, chino, chino”.
La procesión naranja, con rosario en mano intenta levantar de sus tumbas a los “lazaros” de Barrios Altos y la Cantuta. Golpes en los pechos fujimoristas por el “judas” de Montesinos, replican a una sola voz “por su culpa, por su culpa y por su gran culpa”
Ahora tildan de fariseos a otros, cuando la semilla fujimorista germinada enfermo a las demás, mismo espino ahogando toda esperanza, sus incondicionales magdalenas le limpian el rostro ante cada caída suya, le brindan el agua de la esperanza, mientras su predilecta hija asume y toma la cruz de su padre; ante la incapacidad, sigue adelante su hija. Una vez clavado en aquella cruz, mirando al cielo, replica, soy Inocente…!
Mira ambos lados, Montesinos a su lado izquierdo murmura “Si eres INOCENTE… sálvame y sálvate a ti mismo”. A lado derecho, Alan García, en voz alta, “este hombre es inocente, tan solo cometió los mismos errores, míos, merece una segunda oportunidad… Alberto acuérdate de mí cuando tu hija (Keiko) sea gobierno…”
Semana Santa, semana de reflexión y evocación de los recuerdos, de aquella dictadura civil de Fujimori, diez años, los cuales no pueden pasar desapercibido, menos en las mentes de aquella generación, de finales de los ochenta… Apelo a aquella generación ecuánime, centrada y consiente, no revivir el pasado y no respaldar la opción que más daño y estragos causo al país, no consentir que la dinastía japonesa trabaje oscuramente como lo hizo en los noventa, no hay derecho a quitar la vida; como se hizo en su gobierno… Tampoco a promover como modo de vida, la corrupción y mucho menos ser víctimas de los embaucadores que hoy rodean a la señora Keiko Fujimori.

Marat...