miércoles, 11 de julio de 2012

PARAFRASIANDO


“Guardamos un silencio bastante parecido a la estupidez”. Algunos callamos demasiado en el tiempo; sin atenuar las consecuencias, oportunamente, nos atragantamos con ese “bolo” de inconformidad o de fastidio, ya sea en los diferentes aspectos de nuestras vidas; un silencio cómplice pero asfixiante en el tiempo, afloran los remordimientos. Expresar lo que sentimos, nos  atemoriza y coacciona; más aún cuando existen verdades por restregar en los rostros más intachables, pulcros y falsos. La mordaza no es excusa valida, debemos ser capaces de expresar lo que sentimos en cualquier momento  y en cualquier parte de mundo.  Ser capaces de denunciar la injusticia, proclamar nuestras ideas y declarar abiertamente nuestros sentimientos.
Por eso es difícil de comprender lo impredecible de la vida; dios y los destinos confabulados, cómplices en algún momento. Allí, cuando entran en nuestras vidas, arrastran consigo encanto, belleza y alegría; ¿Quién no podría sucumbir ante tal presencia?; ¿Qué plebeyo no arriesgaría su vida?; guillotinando todo intento por hacerle daño. Revistiendo  de amor hasta el último ladrillo de su reino; haciendo imposible de tirarse abajo los muros  y fortalezas de aquellos corazones.
Enamorarse así; de una mirada encantadora, de ojos radiantes y de su ser maravilloso; abren en definitiva, los cauces profundos de nuestros sentimientos; llevándonos, rio abajo, naufragando por caminos desconocidos rumbo a la felicidad. Prestos a caer de rodillas; en busca del amor, sincero y del bueno; cultivan el amor, como las rosas; hasta ver abrir sus pétalos rebosantes, de la más agradable fragancia de la naturaleza. La rosa necesita agua para vivir; como el amor necesita comprensión y respeto para subsistir. ¿Y qué es el amor? Más que una palabra complicada para algunos y solo un espejismo inalcanzable para otros. Los maretazos de la vida, avasalladores de esperanzas y vidas, temen porque encuentren en el amor; motivo, más que suficiente para sobreponerse y hacerse fuertes, arando todo el pasado y recuperando el presente.
Hoy solo eres; un recuerdo en mi pensamiento; una sonrisa que recorre el inconsciente; y una cálida voz perdiéndose entre la gente. Hoy no dejas de ser; solo más que un bello recuerdo hecho trizas.

Marat…



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