El modus operandi de los últimos gobiernos es bastante conocido entre nosotros, y nace necesariamente una pregunta ¿qué tanto hemos aprendido a manejar un conflicto social? o al contrario vamos en un proceso de involución donde la intransigencia de las personas calificadas, como capaces en los puestos de gobierno, realmente dejan mucho que desear.
Dos pobladores muertos, centenares de heridos entre policías y comuneros; hasta ahora es el saldo parcial en la provincia de Espinar. Un fiasco la estrategia del gobierno por restablecer el orden y la tranquilidad, sangre y más sangre embarrada en manos de un irreconocible Ollanta Humala Tasso, nada parece haber cambiado, seguimos influenciados por las políticas neoliberales de nuestro voluminoso ex presidente, García. Si van así las cosas, no pasara mucho tiempo para que nuestro Comandante supere en muertes a García, implantando un nuevo record de caídos por año. La provincia de Espinar y su pliego de reclamos, justa o no, no lo sé, la cual debió hacer atendida oportunamente con la seriedad del caso y con la misma voluntad con la que se trata a un inversionista extranjero, no con actitudes desafiantes y altaneras por parte de la comitiva asignada por el gobierno, los mismos “abogados del dialogo” son los primeros en patear el tablero y salir huyendo alertando y confundiendo a la nación “que hay interés oscuros de ultraizquierdas, infiltrados, etc.”, el mismo lenguaje utilizado por la derecha recalcitrante, una copia barata de su discurso; hoy aplicadamente, aprendido por el alumno Ollanta.
En el supuesto que la mafia fujimontesinista, estuviese hoy nuevamente en el poder, no hubiese sido raro ver al comandante increpar al gobierno por las muertes y el afán proteccionista hacia las mineras. Hoy la vaca no se acuerda que fue ternera. Los mensajes en plazas y comunidades, con su exquisita oratoria desde el 2005, hoy son parte del pasado del que se avergüenza delante de sus nuevos “amigotes”, hoy, ya no necesita “cuentear” para ganar adeptos y seguidores en el país, hoy nos habla de crecimiento e inversión.
Ayer saludaba, abrazaba, zapatea y comprendía las necesidades y problemáticas de sus pueblos, ayer tenían en el sur del país su fortín de lucha, ayer nos hablaban de justicia y equidad con las mineras; ayer hablaban de reivindicaciones sociales y de un país de oportunidades para todos sus ciudadanos; ayer nos hablaban de impulsar otras actividades económicas como la agricultura y ganadería a gran escala; ayer nos hablaban de erradicar todo acto de corrupción pero hoy comparten y son parte de ella; ayer nos hablaban de erradicar la pobreza en todas sus formas, pero hoy se empeñan a seguir con la manos cruzadas, mientras el costo de vida agobia a todas la familias peruanas; ayer nos hablaban de renegociar deudas y desconocer contratos realizados por la mafia fujimontesinista; hoy van y se tiran como trapos sucios ante los españoles (Telefónica) y asiáticos para suplicar que “inviertan” en nuestro país; ayer nos hablaban de invertir en el capital humano, revolucionando la educación, hoy seguimos con las mismas políticas educativas sin iniciativas en la Ciencia y Tecnología; ayer nos hablaban de la gran transformación pero nunca se nos mencionó que se tratase de él y su familia; ayer hablaban de leyes donde se incluía la participación activa de la población en la toma de decisiones como la Ley de la consulta previa, hoy ni la utilizan por temor a perder inversión en nuestro país; ayer corrían a paso ligero prometiendo inversión y estrategias en los temas de seguridad nacional; hoy se corren ante la falta de ideas para combatir la delincuencia y el narcotráfico; ayer nos prometieron accesibilidad al gas por ser productores; hoy nos mecen y nos hablan de procedimientos eternos; ayer nos hablaban de nacionalismo y hoy solo queda, un nido de ratas donde el oportunismo y el aprovechamiento político es el mejor aliado para el gobierno de la gran transformación.
El pueblo de Espinar, Cajamarca, Puno, Arequipa, Moquegua, Apurímac no han cambiado su posición, y eso Ollanta Humala Tasso lo sabe bien, por qué alguna vez, con poncho y sombrero en mano, aplaudió e ínsito a que paguen las mineras lo que realmente corresponde y sobre todo respeto al medio ambiente y sus comunidades; caso contrario, el pueblo tiene derecho de levantarse y exigir el retiro de las inversiones irresponsables.
Marat…
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