miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL DESAQUE CHILI (II)

Kilómetros más abajo, irrigaciones como la Joya, San Isidro, San Camilo y La Cano utilizan las aguas o mejor dicho los desagües de Arequipa, ¿Qué podría ser peor para los que habitan en dichas irrigaciones? Como agricultor regar miles de hectáreas de cultivo con la calidad ya conocida de sus aguas o quizás ¿beberla? o de repente simplemente soportar los olores que implica pisar su suelo. Un reportaje basto para destapar el buzón mejor guardado por años, una evidencia que por momentos tratamos de ser cómplices y veedores con gran responsabilidad de no actuar en contra del abuso que hemos venido cometiendo, rumores confirmados que muy pocos suelen centrar su preocupación e interés por nuestros hermanos habitantes de La Joya. La travesía del Rió Chili es muy particular y única en nuestro país, después de ser desperdigados y añadidos los desagües a nuestro rió, el curso del rió no es adulterado, al contrario su cause se hace mas caudaloso con todo lo asimilado en su transcurso, llega un tramo del recorrido donde los residuos sólidos son desechados y dejados de lado, evitando el transporte de residuos sólidos por los canales de regadío, pasando impunemente por semejante coladera partículas y pequeños residuos malolientes, el paso irresponsable del excremento arequipeño mella en la salud e integridad física del humilde poblador de la Joya, un pueblo caracterizado por su incipiente agricultura, gente que vive del día para llevar un pedazo de pan a sus hogares dedicada íntegramente al trabajo del campo, agrupada en asentamientos en las laderas de los cerros, otros en urbes sin mayores lujos. Metros antes de ingresar, podemos apreciar una antigua planta de leche gloria, una de las primeras instalaciones de esta empresa, inmediaciones a dicha planta se puede vislumbrar el paso raudo de las aguas del rió Chili que son canalizadas por medio de canales de regadío a las diferentes irrigaciones mencionadas anteriormente, una de ellas conduce a la Joya nueva, una ves dividida la aguas posteriormente cada agricultor tiene la facultad y la libertad de utilizar dichas aguas para el riego de sus cultivos. El agricultor un hábil conocedor de esta realidad, resignado sin poder hacer nada, sin opciones olvidado e ignorado, opta por trabajar la tierra en paupérrimas condiciones al ser su único sustento, su trabajo habitual lo lleva a barajar sobre su siembra, siendo una total incertidumbre, el riego a gravedad posibilita a trabajar con productos que básicamente necesitan el agua, como la cebolla, papa, zanahoria, etc. Productos que diariamente se encuentran en los principales centros de abastos de nuestra ciudad, muchos de esos productos vetados en diferentes países al no pasar los controles sanitarios establecidos en cada estado al ser nocivo para la salud de los suyos, containers quemados o devueltos a casa sin pena ni gloria. Aparentemente el producto no presenta ningún tipo de anomalía física, pero al realizar los estudios de rigor, después de una serie de investigaciones los resultados comprueban la hipótesis establecida con anterioridad, al tener conocimiento sobre el agua utilizada, la presencia de residuos fecales en los productos no era un secreto a voces, una sospecha comprobada. La rabia contenida en aquellos agricultores, es justificable, el sueño de la agroexportación termino tempranamente para ellos, excluidos del juego simplemente sobrevivir es la consigna, su trabajo implica una gran inversión y dedicación a tiempo completo. Los sistemas de riego son una utopía, el goteo y la aspersión dejaron grandes pérdidas al no adecuarse con sus aguas altamente contaminadas, el ganado bebe esa agua, la población intenta pasar por momento sorbo a sorbo, cuchara a cuchara el agua del Chili, que fue previamente colada y aplicada con gotas lejía para poder al menos potabilizarla, todo esfuerzo es en vano. El mito alguna vez escuchado probablemente hace 10 años, sobre las muchedumbres que viajaban a La Joya llevando bidones y botellas de agua potable de Arequipa; era confirmado, ahora lo comprendo. Son escalofriantes las condiciones de vida en las que se puede permitir vivir a hermanos nuestros, arequipeños al fin al cabo, el contraste nos hace ver que hemos perdido todo tipo de sensibilidad humana, nuestras mentadas autoridades contemplan semejantes atrocidades en contra de un distrito, aislado y totalmente olvidado. Las plantas de tratamiento de aguas residuales aplacarían de cierta medida indignantes situaciones, siendo la solución más viable actualmente enfrascada en papel del debate sobre la ubicación exacta. Lo que podemos afirmar que no hay el interés de solucionar el problema en el menor tiempo posible, esto se viene cocinando desde el 2007, la ineficiencia y la incapacidad, virtudes de los típicos demagogos.


Exigimos la pronta construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales La Escalerilla en el Cono Norte y Pampa La Estrella, al tener en cuenta las consideraciones y aportes mencionados por el Consejo Regional de Decanos, donde agrupa a todos los colegios profesionales de Arequipa, los argumentos técnicos, sociales y económicos son los adecuados para la viabilidad de la construcción de las plantas. La responsabilidad sea compartida por toda la colectividad arequipeña, y no resignemos a La Joya a seguir viviendo miserablemente en condiciones insalubres indignas para cualquier peruano.


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